Una correcta preparación de la superficie previo a la aplicación de cualquier tipo de revestimiento es un factor de suma importancia a considerar, que repercute directamente sobre el resultado final.
Su objetivo es brindar al recubrimiento la capacidad de adherencia al substrato requerida para un desempeño óptimo.
Se logra
- Limpiando el sustrato de óxido, adherencias e impurezas.
- Generando el perfil de anclaje requerido por el recubrimiento a aplicarse tanto en profundidad como en forma.
Existen varios grados de limpieza:
Limpieza por medio de solvente para limpiar contaminantes como aceites, grasas, tierra, sales. Se puede usar solventes como también vapor a presión o cualquier tipo de limpiador que disuelva y remueva los contaminantes.
Limpieza por medio de una herramienta manual para eliminar herrumbre suelta, pintura y otros contaminantes. Esto se obtiene usando cepillo de acero, lijas manuales, escariadores manuales, o la combinación de ellos.
Limpieza por medio de herramienta eléctrica o neumática. Se logra remover escamas de herrumbre, pintura, impurezas y contaminantes. Se utilizan escariadores, lijadoras, cinceles accionados por motor eléctrico o aire comprimido.
Y la limpieza por medio de arenado
Este tipo de limpieza, utiliza cualquier tipo de abrasivo proyectado a presión para limpiar la superficie, a través de este método, se elimina toda la escama de laminación, óxido, pintura y cualquier material incrustante.
Limpieza con chorro abrasivo grado ráfaga: Remoción de todo el óxido, escamas de herrumbre, pintura o contaminantes por medio de chorro de abrasivo. Una superficie con terminado de metal blanco es aquella que presenta un color gris-blanco uniforme y está libre de materia extraña.
Limpieza con chorro de abrasivo grado comercial: Esta se consigue con chorro de abrasivo y se remueve toda las escamas de óxido, pintura u otros contaminantes. Se admiten machas de óxido, decoloraciones o pequeñas áreas en donde pintura vieja esté bien adherida. Se espera que al menos dos tercios de toda la superficie esté muy limpia.
Toda superficie una vez granallada puede diferir en su aspecto y color conforme el tipo de abrasivo utilizado (arena, granalla de acero, etc) además del metal base que se limpió. Es importante en estos casos remitirse al grado de remoción de óxidos que dice la norma. La forma de verificar que se haya logrado el grado de limpieza y preparación de superficie requerida, es mediante control de calidad en sitio usando los equipos adecuados o patrones visuales de comparación.
Es muy importante alcanzar el grado de limpieza y rugosidad requerido, pues una especificación no alcanzada puede derivar en una falla prematura.
Si lo que usted está necesitando es equipo para limpieza y preparación de superficies, no dude en consultarnos, nuestros departamento de ingeniería y ventas lo asesorarán en todo lo relacionado con equipos, procesos, acabados, producciones y automatizaciones.