Conozca los 4 factores que influyen en un proceso de CIP apropiado para su proceso.

A medida que aumentan los costos de materia prima y energéticos, la utilización de activos en las plantas de la industria de alimentos y
bebidas se vuelve aún más crucial. Muchos procesadores de alimentos aún utilizan sistemas de limpieza en sitio con poca automatización, y confían en un proceso puramente basado en el tiempo y la verificación manual.
La instalación de instrumentación en línea proporciona monitorización y control en tiempo real que le ayuda a reducir tiempos de limpieza, energía y detergentes, mientras proporciona trazabilidad completa.

El CIP o Limpieza en sitio, por sus siglas en inglés, es una forma de limpieza que se realiza sin desmontar los equipos utilizados en el proceso de alimentos y bebidas. Este se realiza en intervalos regulares o entre los cambios de un producto a otro en su ciclo de producción. Este proceso cuenta con cuatro factores claves que, estando en el equilibrio apropiado, llegan a la obtención de resultados óptimos de su ciclo de limpieza.

Estos son:

1. Acción mecánica: el mismo se da por medio del rango de flujo en el cual se hace circular el agua y los químicos dentro de los equipos. Se busca alcanzar un flujo turbulento.

2. Tiempo de exposición: es el tiempo mínimo requerido para que tanto el agua como los químicos utilizados cumplan con su propósito. Depende del tiempo de producción y cantidad de incrustaciones en los equipos.

3. Temperatura: es importante considerar que más temperatura no siempre significa que se acortarán los tiempos necesarios para la limpieza. Se estima que una regla puede ser no menos de 60˚C y no más de 90˚C, para evitar la cocción de las proteínas que pudiera haber.

4. Concentración: se refiere a la concentración de los químicos utilizados para la limpieza, sea soda o ácido, se debe cumplir con las recomendaciones de los proveedores de los mismos.